Queridas amigas, en todo y para todo tenemos que usar nuestra inteligencia, y en el matrimonio no es distinto.
El diablo no es tonto, ¿sabías? Todo lo contrario, él es astuto (Ay! ¡Qué bronca!)
Él usa tácticas para intentar derrumbarnos y destruirnos.
¡Es por eso que tenemos que usar esta maravilla que Dios nos dio!
¡No puedes olvidar que estás en la guerra! No en contra de tu marido, sino en contra del diablo.
Existen situaciones en las que tienes que saber si debes avanzar o retroceder.
¡Verdadera táctica de guerra!
Les voy a dar un ejemplo:
Uno día, tú estabas linda y perfumada esperando que tu marido llegara, de aquella manera que dijimos en uno de los días del desafío.
Él llega. Tú corres para recibirlo con besos y abrazos, ¡ahí viene el balde agua fría!
Él te quita de su camino y se va directo al cuarto. Tú te quedas mortificada, ¡destruida!
Piensas… “No puedo ser yo el problema. ¡No hice nada para merecer esto! Necesito saber que sucedió”.
OK, paremos el film en este exacto momento.
Volvamos a nuestras tácticas de guerra e inteligencia.
A nosotras, las mujeres, cuando tenemos un problema nos gusta hablar sobre eso, desahogarnos… Por eso, generalmente, nuestras amigas saben todo lo que nos pasa.
Después de desahogarnos nos sentimos mejor y más aliviadas para seguir adelante.
Nuestro error es pensar que los hombres son iguales. Ellos, por lo general, no son así. Hablar del problema afecta directamente a su ego masculino, es como si estuvieran admitiendo su debilidad o que no son capaces, ¿entienden?
Por eso es tan importante en este momento saber retroceder sin bajarse de los tacos, ¿entienden?
Sin mala cara, ni llanto, ¡ni nada!
Si no cambias de táctica, esto sólo va a empeorar la situación.
Si lloras el va a perder la paciencia y te va a ignorar o hablar de mal modo…
Si intentas… “Amorcito, querido, ¿estás enojado? ¿Qué sucedió? Habla conmigo, conversemos, ¡Tienes que comunicarte!”
Tampoco va a dar resultado, ¡mucha presión! Él va a explotar…
La mejor táctica realmente es retroceder. Dale espacio y busca entenderlo, sin quedarte enojada ¡claro!
Eso es inteligente… Dale el espacio que necesita sin ser pegajosa.
Después de esto, siente el terreno, si fuera seguro avanza, sino mantente en la retaguardia.
Pero haz todo esto de la forma en que te dije, en el espíritu, atenta a los pasos del diablo y anticipando sus movimientos.
Observen bien, este fue apenas un ejemplo, pero obviamente, puede variar.
Mira aquello que hiciste y, si no ha dado resultado, cambia de táctica. Haz algo diferente.
Desafío - Tarea 28
Analiza tus tácticas, si están funcionando, ¡avanza! Si no, retrocede y haz algo diferente.
Usa siempre tus ojos espirituales para percibir las trampas y desviarte de ellas.
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