Un día que valió la pena!

Hoy fue un día tan placentero… Dar es mucho mejor que recibir. Y cómo es cierto eso!

Fuimos con un grupo de chicas del Sisterhood, y algunas muy queridas del grupo de la Mujer V, a visitar un asilo. Fuimos tan bien recibidas por todos, era tanta alegría y sonrisas que nos malacostumbramos.

Llegamos por la mañana y fuimos a conocer el lugar que era bien grande, después, durante el almuerzo de ellos, cantamos algunas canciones con el acompañamiento de Priscila (Pledge del Sisterhood) con su guitarra. Le entregamos a cada uno los regalitos que preparamos, y después del almuerzo, a las señoras que querían, les hicimos manos, pies y masajes! Les encantó!

Antes de irnos, un poco más de música, y ellas querían bailar! Tan simpáticas! Hubo una abuelita que no podía estar mucho tiempo de pie, pero aún sentada bailaba.

En el momento de irnos, hubo lágrimas. No podía creerlo! Cuánta carencia… estuvimos solo algunas horas y ellas no querían que no fuésemos.

Una señora nos preguntó: _ “¿Cuándo vuelven?”_ “El año que viene” respondimos, pues en apenas dos semanas ya será un año nuevo.

_ “¡Ah, no! El año que viene no! No se si voy a estar viva todavía!”

Y estamos seguras de que vamos a volver!

Otra señora querida, dijo así: _”Esas chicas están haciendo a diferencia en este mundo”.

Que alegría oír eso y las jóvenes quedaron tan felices que no ven la hora de volver. Y vamos a volver! La semana que viene visitaremos otro lugar, pero volveremos para visitarlas de nuevo.

El perfume de nuestro Dios siendo exhalado, que olorcito delicioso!

Abajo algunas fotos de nuestro día:

Apenas llegamos, en la entrada del asilo.

Esta es Margaret, muy simpática y atenta llevándonos para conocer el lugar.

Él era gracioso! Muy animado.

Eunice entregando su regalito.

Michelle, que no paraba de llorar! Jajaj

Miren que lindas!

Flavia hizo las uñas de ella, y le encantó!

Aquí durante el almuerzo…

… Con las chicas cantando. Fue tan lindo!!! Ups!, mira mírenme allí haciéndome la cantante! Sal de ahí metida! Jajaja

Ellas también estaban encantadas, y viendo la importancia de cómo un gesto tan simple puede tener en la vida de los otros.

Todos se llevaron regalito preparado con cariño por nosotras! Flavinha, gracias por el empeño!

Preparándonos para los masajes…

Practicando en la mano de Beverly.

Tan queridas y cariñosas!

A ella le gustó el masaje.

Esta era tan quietita, pero se quedó hasta el final.

Esta era la que más hablaba. Hasta nos contó un poco de lo que sucedió cuando tenía 17 años y perdió su casa y sus gatitos en el bombardeo, durante la segunda guerra mundial. Me encantó escucharla.