Hoy a la noche encendí la TV para esparcirme un poco.
Enseguida vi una película que estaba a punto de comenzar: “PD, Te amo”.
Nunca la había visto antes, pues una amiga mía me dijo que no era buena, pero la semana pasada, otra amiga me habló tan bien del film, que decidí mirarla y sacar mi propia conclusión.
Aquí va mi conclusión: Qué película patética!!!
Perdónenme amigas si a ustedes les gustó, pero qué decir de una película en donde el marido más perfecto y maravilloso del mundo muere, pero antes de morir, aún, prepara 10 cartas y sorpresas para su esposa, pues no quería que ella sufriese tanto y siguiese viviendo la vida.
¿Sabes lo que sucedió?
Durante la película lloré como una tonta y al final estaba con una sensación triste, y de la nada vino la pregunta: “¿Será que Junior haría eso por mí?”
¡Fue cuando me desperté! ¡Salí de la carne y entré en la fe!
Esta película habla lo siguiente en el subconsciente de las mujeres solteras: “¡Mira, este es el hombre que debes buscar para casarte! ¡Mientras no lo encuentres no serás feliz!”
Y a las casadas les dice lo siguiente: “¿Estás viendo? ¡Tu marido no es y nunca será así!”
Ahhh!! Por favor, esto es el colmo!!!
Cuando hace muchos años salió en los cines la película Titanic, mi marido me llevó a verla.
¡Me encantó!
Tan linda y romántica que salí del cine caminando en las nubes e imaginando a mi marido como Leonardo Di Caprio, le pregunté sin pensar: “¿Amor, tu harías eso por mí?”
¡Ni quería saber la respuesta!
Esta no fue la primera vez. Todas las veces que veía una película romántica colocaba a mi esposo en esa posición…
Ahí comienzan los pensamientos tontos, pero que pueden generar mucha confusión…
“Él nunca me dijo cosas tan lindas como en esa película”.
“El no me trae siempre un regalo”
“Él nunca dice cuánto me ama”
“Nunca me cocinó”
“¿Dónde está el romance en él?”
No es broma, gente, podría estar horas aquí fabricando frases, pues para cada película romántica existen varias comparaciones.
Muchas veces ni siquiera decía nada, pero me quedaba alimentando aquello dentro de mí, como si él nunca hiciera lo suficiente.
¡Qué absurdo!¡Y también muy injusto!
Sé que no soy la única, muchas mujeres sufren mucho en el matrimonio por el simple hecho de que sus maridos no son tan románticos como en las películas que ven o en los libros que leen.
Muchas llegan a decir que la fantasía es mejor que la realidad, y se entregan totalmente a ese mundo de ilusión… Son adictas a libros de romances y películas, viven fuera de la realidad, y muchas veces hasta ignoran a sus maridos
¿Cómo podemos comparar a estos personajes de películas y libros con nuestros maridos?!!
¡Cuánta injusticia! Aquellos actores no son eso, ¡sólo fingen!
Probablemente, aquel actor tan romántico en las películas, en la realidad sea infiel a su esposa.
Estas comparaciones hacen que mires a tu esposo como si él nunca fuese lo suficientemente bueno, y siendo así, nada de lo que el haga llega a los pies de la ficción.
Tal vez tu esposo no te diga todos los días “te amo” al despertar, como tú ves en las películas (principalmente porque las actrices nunca se despiertan despeinadas, no roncan, no duermen con la boca abierta y jamás tienen mal aliento cuando se levantan!!!); pero él hace otras cosas que tú ni siquiera has percibido…
Desafío - Tarea 34
Es hora de despertar y dejar la fantasía a un lado. Aprende a apreciar a tu marido sin compararlo con fantasías y un mundo de mentiras que tú ves en las películas. Aprecia los gestos que dicen mucho más “te amo” que palabras
PD: Vamos a caer en la realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario