¡Sea drástica!

“Fer, vamos allá, ¡va a ser bueno!”

“Renata, no tengo muchas ganas, tal vez otro día…” Fue mi respuesta sin mucha firmeza e intentando agradar y amenizar la situación.

“¡Va a ser una trasnochada, siempre te gustó ese lugar, vamos a bailar mucho!” Ella insistía, pues no creía que después de tanto tiempo lejos, yo no saldría en pleno sábado a la noche.

“Mira, discúlpame, pero no voy”

“¡No creo lo que estoy escuchando! Mira, yo quería hacerlo sorpresa, pero te voy a contar… Fer, ¡va a estar todo el mundo allá! Marqué con todos nuestros amigos, está todo el mundo muriendo por verte, ¡tienes que ir!”.

“¡No lo creo! ¿Por qué hiciste eso?” Respondí sin poder creerlo.

“Fer todo el mundo te extraña, ¡era una sorpresa!”

En ese momento me desesperé, ¡Mi Dios, ¿qué hago?! Si yo voy estaré yendo en contra de mi recién descubierta fe. Si no voy, seguramente, puedo decir adiós para todos mis amigos, que no veo hace tanto tiempo, sin mencionar a Renata, que con seguridad me va a odiar… Y yo que quería hablarle de Jesús, mostrarle cuan diferente estoy…

“Ah puedes ir… ¡No hay problema! Es sólo quedarte en la tuya… Al final de cuentas, también los extrañas… Va a ser bueno y así no vas a decepcionar a tus amigos. ¡Imagínate si a Dios le va importar eso! ¿Qué hay de malo en reencontrarse con los amigos?”. Era una voz dentro de mí hablando tan alto que parecía que Renata la iba a oír…

“¡No, no y no!” Respondí con indignación, no sabiendo si estaba hablando con Renata o con la voz en mi cabeza.  

“Renata, discúlpame, pero está decidido, llámalos y diles que está cancelado, ¡pues yo no voy!”. Ahora sí existía firmeza en mi voz.

“Ya sé lo que es eso, ¡es aquella iglesia que te hizo un lavado de cerebro! ¡Yo nunca iré a ese lugar!” Me dio la espalda y se fue…

Renata era mi mejor amiga cuando dejé Brasil en 1995 para vivir en EUA, en donde comencé a frecuentar la Iglesia Universal y donde me convertí.

El día de este relato fue uno de los últimos días que la vi…

Yo aún me estaba convirtiendo y había ido a Brasil para ver a mis padres, ese fue uno de los momentos más difíciles que tuve que enfrentar, no fue el primero ni el último, pero no fue fácil…

Después de que ella salió, sentí una paz enorme, no me quedé triste por haber decepcionado a mis amigos, yo sabía que había tomado la decisión correcta, pero sólo yo sé como  estuve a punto de ir…

Al final, esa voz tan alta estaba casi convenciéndome.

El otro día estaba viendo una película en donde el muchacho era tentado por la pornografía en su ordenador; él también decidió tomar una actitud… Rompió todo el ordenador…

Existen momentos en la vida en que es necesario tomar una actitud drástica.

¡No sirve intentar rodear la situación!

¡O es, o no es!

¡Está o no está!

¡Quieres o no quieres!

¡Vas o no vas!

¡Es luz o tinieblas!

¡No hay término medio!

Piensa en esto, si estuvieras siendo tentada… ¡Se drástica!