lunes, 16 de mayo de 2011

Tarea 18 del Desafío – 40 Días para Transformarte en una Mujer más Linda


No recuerdo exactamente en qué época, pero sé que fue al principio de mi fe que algo muy fuerte habló conmigo y nunca más lo olvidé-

“El celo por la casa del Señor me consume”

Si no me equivoco (por favor confieran) en Juan 2.17

Al llegar al templo y ver el desorden en el que se encontraba, el Señor Jesús se indignó!

Dio vuelta las mesas y comenzó a expulsar a los comerciantes y rodos los que se encontraban allí con otro objetivo que no fuera buscar a Dios.

En mi mente, cuando imagino esa escena, veo mesas, palomas volando por todos lados!

Además de lo obvio que podemos aprender al leer estos hechos, existe algo más que Dios me mostró respecto a esto y desde entonces comencé a hacer que esa palabra se cumpla en mi vida por donde quiere que vaya.

El celo por la casa del Señor me consume todos los días.

Y vean bien, esto no es algo que vino de mí, que ya está en mi naturaleza, no! Generalmente soy un poquito distraída en esto y no reparo en las cosas, pero después de esto, comencé a obligarme a reparar. Fue algo que se inició y continúo perfeccionándolo cada día.

Recuerdo que ya era obrera, y después de eso llegaba diferente a la iglesia.

Un papelito en el suelo y allí estaba yo para levantarlo.

Los baños, entonces!!! Mi suegra es testigo, lo que no sé es si ella lo recuerda, pero vivía comprando jabón para lavar las manos, papel higiénico, toallas para las manos e incluso tapete para el baño público!!!! jajajaja

Siempre iba a inspeccionar si estaba todo en su lugar, y me enojaba muchísimo cuando encontraba algo sucio o roto.

Recuerdo también la cocina y el baño de pastores y obreros, todos los meses tenía que comprar algo para mejorarlo, y me gustaba limpiar la iglesia también. La escuelita, ni hablar!

De corazón les digo, nunca hice nada de esto para llamar la atención de algún pastor u obispo, pero desde entonces, el celo por la casa de mi Señor me consume, y yo sé que Él lo sabe.

Cuando desperté a esto comencé también a darme cuenta que muchas personas no conocen la importancia de ese celo, por eso me gustaría invitarlas a que despierten en este sentido.

18ª Tarea para Transformarte en una Mujer más Linda.

“Ahora con este “entendimiento”, buscarás estar más alerta a esto y buscarás formas de demostrarle a Dios tu celo por Su casa”.

 Viste el baño sucio? Qué cuesta limpiarlo? No eres obrera? Y eso que importa? Eso no puede impedirlo!

Viste que faltaba material de limpieza? No esperes que alguien te pida, recuerda  la casa del Señor al hacer las compras.

Viste un niño rayando la butaca de la iglesia? Ve y quítale la lapicera de su mano.
Viste una luz encendida donde no era necesario, ve y pídele a alguien que la apague.

Sería muy bueno que compartiesen sus ideas aquí en el blog con nosotras, pues eso abre nuestra mente para ver ciertas cosas que antes no percibíamos.

PD: La foto de arriba es de miembros, obreras y esposas de pastores de Houston (EUA), que se unieron en el celo de la casa del Señor, cuando un vendaval y tempestad arrancaron el tejado de la iglesia en Mayo de 2010 y el agua comenzó a entrar en la iglesia… Observen sus caritas de cansadas, pero satisfechas!

1 comentario:

  1. nunca habia visto un posts asi...
    realmente es verdad, yo he visto el baño de la iglesia sucio pero la mayoria de las veces no lo limpiaba porque decia ha mañana viene la gente de limpieza, porque esperar hasta mañana si lo puedo hacer hoy? me impactó mucho este post... y me ha dejado meditando!! gracias por abrir mis ojos!!! :)

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