Parecía un burro empacado!

Recientemente, mi marido me dijo algo que no le gustaba de mí. Me quedé tan triste… No, en realidad, me destruyó. Y cada vez que yo actuaba de esa forma y él me mostraba, yo no decía nada, pero por dentro quedaba decepcionada con él… Qué cara dura! Yo era la que se equivocaba y me enojaba con él. En realidad, no pensaba cambiar, creía que siempre estaba exagerando.

Esto es una reacción muy típica, como si fuese un mecanismo de autodefensa. Si alguien, o tu marido, nos apuntan algún error, inmediatamente, buscamos el error en la otra persona para apuntar también, apenas para defendernos. Esto se transforma en un círculo vicioso, ¿y saben qué es lo peor de todo? Perdemos la oportunidad de cambiar.

Me di cuenta que estaba estancada y él siempre reclamaba… Hasta que un día que indigné, no con mi esposo, sino conmigo misma. Me sentí tan humillada, pues fue allí, que Dios me hizo ver mi error, finalmente cayó la bendita ficha.

Pero miren, no terminó allí! Reconocí mi error, ¿pero ahora? ¿Cómo cambiar? Ahí es que viene la parte más linda. Sólo el Espíritu Santo podía ayudarme, y fue a Él a quien recurrí…

Clamé y pedí su ayuda, pues no sabía qué hacer para cambiar aquello… La respuesta vino en forma imperceptible, pues comencé a ver personas que actuaban de la misma forma y cuán irritante era! Nunca lo había observado en nadie, pero estaba comenzando a percibir aquella actitud tan fea en otras personas y el Espíritu Santo me decía… ¿Lo ves? Así se siente él cuando lo haces.

Fue así que cambio comenzó a darse, vino de adentro hacia afuera. Tuve vergüenza de mi misma, y cuanto más veía esa actitud en los demás, más cambiaba yo.

Mi marido percibió el cambio en mí, no como una cosa forzada, sino como algo natural, y puedo decir que me sentí gigante!

No es maravilloso tener este Padre querido que nos da dirección y nos ayuda de la forma más inesperada?

No es maravilloso saber que Él está siempre con nosotros?

No es maravilloso oír su voz?

Así es, sólo sabe cuán maravilloso es esto quien Lo conoce.

Amigas, vamos a aprovechar el ayuno de Daniel!

Conocerlo y acercarnos aún más a Él. Los únicas que ganamos somos nosotras!!!

El ayuno comenzó el 11 de Diciembre, y consiste en desenchufarnos de todo lo que no tiene que ver con Él.