jueves, 5 de enero de 2012

Te odio!


El domingo pasado nació un nuevo odio dentro de mí: el odio contra las inseguridades. Cuanto más pensaba en ellas, más me daba cuenta de que eran un obstáculo para la fe. No hay nada que derrumbe más rápido una inspiración de Dios que la inseguridad, porque lleva a la duda. Es la principal arma de satanás contra aquellos a los que Dios llamó.  Si tienes dudas al respecto, observa nada más los siguientes ejemplos.

Moisés – Cuando Dios se le apareció y lo inspiró para que librara a los hijos de Israel de la esclavitud, su respuesta fe: Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?” “!!Ay, Señor! nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua”  (Éxodo 3.11; 4.10).

Jeremías – No reaccionó mejor cuando él también fue llamado. Argumentó: !!Ah! !!ah, Señor! He aquí, no sé hablar, porque soy niño” (Jeremías 1.6).

Gedeón – Aún después de manifestar una gran indignación, cuando Dios le ordenó que fuera en su fuerza, él respondió: Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre” (Jueces 6.15).

Estos hombres no pensaron dos veces sus respuestas. Sus inseguridades estaban tan profundamente enraizadas dentro de ellos que vinieron naturalmente. Y lo mismo se aplica a muchos de nosotros. Estamos tan acostumbrados a vivir  con nuestras inseguridades, que se transformaron en una segunda naturaleza, y con toda seguridad una piedra de tropiezo para nuestra fe, si nos entregamos a ellas. Si los hombres mencionados arriba se hubiesen entregado a sus inseguridades, ellos no serían mencionados en la Biblia. Dios hubiera tenido que seguir adelante y encontrar a otras personas que pudiera usar.

¿Y nosotros? ¿Cuántas veces Dios tuvo que seguir para encontrar a otra persona que pudiese usar, debido a que no conseguimos superar nuestras inseguridades y responder a Su llamado?

Razones por las cuales debes odiar las inseguridades:

·      Ellas hacen que tengas expectativas pequeñas. Sueñas sueños pequeños porque no crees que mereces algo mejor.

·      No trasmites una buena imagen de Dios cuando eres inseguro, porque induces a que los otros tengan pena.

·      Te hacen cola y no cabeza, porque crees que ese es tu lugar.

·      Te dan un espíritu de miedo y timidez, y no de poder.

·      Son lo opuesto de lo que Dios quiere para ti. Dios está dispuesto a hacer grandes cosas, GRANDES COSAS, en la vida de su pueblo. Pero lo que recibas, será de acuerdo a tu fe. Lo primero es superar las inseguridades y creer que el sueño que sueñas en secreto vale la pena.

Puedes tener la mayor indignación del mundo, la mayo fe, pero si no crees en ti mismo, si no crees que vales mucho, la indignación que tienes te llevará a bendiciones muy pequeñas. ¡Qué desperdicio! Haz lo que fuera necesario para superar tus inseguridades. Ódialas, reacciona contra ellas. No aceptes que te desprecien.

La próxima vez que tuvieras el pensamiento: ¿Quién eres tú? Dite a ti mismo: ¡Yo soy guerrero de Dios! ¿Quién eres para estar en mi camino? ¡Fuera, porque te odio!

Por Moti Bernardino (Esposa de pastor en Inglate

2 comentarios:

  1. No podemos permitir que la inseguridad nos ate de manos y pies arrebatando nuestro futuro.
    Somos Fuertes! Dios no nos ha dado espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio !

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  2. Así es Señora la inseguridad no nos deja avanzar por eso debemos vencerla para que así las bendiciones de Dios lleguen.

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