domingo, 14 de agosto de 2011

Tarea 38 del Desafío – 40 Días para Transformarse en una Mujer más Linda


 
Aun de lejos la veo… Cabello muy largo, un poco frisado y sin corte, mucho tiempo sin tener un encuentro con la tijera.

Pollera grande y larga, nada de maquillaje, enseguida percibo que ella no tiene ningún cuidado con su apariencia. Tiene en las manos la Biblia y algunos libritos.

“Oh, no!” pensé conmigo misma al verla viniendo en mi dirección.

Solapadamente, miro hacia los dos lados de la calle, y, convenientemente, ningún auto, no lo pienso dos veces, cruzo la calle corriendo…

Esto sucedió cuando aún era joven; aquella muchacha siempre me quería invitar a su iglesia. Ni sé cuál era la iglesia, nunca le di chance para que hablase mucho, pues pensaba… “Imagínate! Voy a terminar como ella!”

Pienso que si ella hubiese sido una persona más cuidadosa con su imagen,  yo habría, por lo menos, dado más atención a lo que tenía para decir, quien sabe, incluso hubiese aceptado su invitación.

Para ser más bellas, tenemos que preocuparnos por ser ejemplos también.

No es cuestión de vanidad, si no cuestión de pensar. Debes ser ejemplo para que, cuando hables, las personas estén sedientas de oírte.

Hay días que me levanto y lo que más quiero es ponerme ropa cómoda,  una chatita, sin maquillaje, una cola de caballo en el pelo, y listo!  Pero siempre recuerdo… Debo ser un ejemplo, y así todo el ritual comienza… Pelo, maquillaje, ropa, tacos…

En este mundo tan loco y perdido, jóvenes o no, las mujeres están buscando ejemplos para reflejarse. 

Ellas buscan en revistas, en películas de Hollywood, cantantes, artistas, ¿serán estos ejemplos apropiados?

¿No son aquellas poseídas por el Espíritu Santo un ejemplo mucho mejor para estas mujeres?

38ª Tarea para Transformarse en una Mujer más Linda


Invierte en ti misma, sin exagerar. Tu exterior es lo primero que la gente observa para extraer una primera impresión. Antes de salir de casa, mírate en el espejo y ve si allí se refleja alguien que otros admirarán y les gustará reflejarse. Claro que todo eso va a depender de lo que fluye dentro de ti, pues una vez que pases la primera impresión, qué pasará? Ahí tenemos la importancia del Espíritu Santo.

“El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva”. Juan  7.38

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